Ramón Marco Abella era el abuelo de David que emigró a Barcelona a finales del siglo XIX cuando la filoxera arrasó el viñedo de toda la región del Priorat. A finales de los años 90, David Marco y su esposa Olivia Bayés decidieron recuperar algunas parcelas y compraron otras.
En 2005 decidieron dejar sus respectivos trabajos para construir la bodega y empezar a elaborar vinos amparados en la DOQ Priorat. Marco Abella posee 40 hectáreas de viñedos en Porrera basadas en las dos variedades autóctonas: la cariñena y la garnacha.
Se dividen en 7 parcelas diferentes: El Perer, La Mina, Solanes, La Mallola, Masos de Ferran, Terracuques y La Creu. Los viñedos se gestionan utilizando las últimas prácticas en agricultura ecológica. El 90% de nuestras plantas son de variedad cariñena y garnacha. El resto de variedades son Cabernet Sauvignon (6%) y variedades blancas como la Garnacha blanca, Viognier, macabeo y algo de Pedro Ximénes.
Las siete parcelas están situadas en la cima de siete montañas diferentes de Porrera, muy cerca del mar Mediterráneo. Todas tienen una altitud de entre 500 y 750 metros sobre el nivel del mar. Los suelos tienen diferentes tipos de pizarra (o licorella). Las raíces pueden penetrar hasta los 50-70 metros en busca de agua. La altitud de nuestras parcelas contribuye a obtener una óptima madurez fenólica que ayuda a preservar los sabores y la acidez. Nuestros vinos tienen cuerpo, frutas tintas y rojas, flores y sutiles toques minerales que encontraremos en los mejores vinos del Priorat. La altitud de nuestros viñedos les da una característica especial: frescura y finura.
Las etiquetas de los vinos fueron diseñadas por Josep Guinovart (Barcelona 1927-2007) utilizando los viñedos de la región del Priorat como fuente de inspiración y el espíritu contemporáneo.
Sus obras están llenas de luz, espontaneidad colores mediterráneos. Guinovart logra que el alma de Barcelona esté presente en cada botella de nuestros vinos.